Familiares y amigos del Dr. Guido Antonio Pérez Arévalo han querido expresar no sólo el dolor por su partida hacia los caminos de la eternidad, sino perpetuar a través de la palabra escrita su presencia entre nosotros. Es así que el día de hoy 6 de noviembre, día en que Guido está de cumpleaños en el cielo, se realizó la presentación en la Casa de la Cultura Jesús Alonso Velásquez Claro de La Playa de Belén del libro TRAS LAS HUELLAS DE GUIDO ANTONIO PÉREZ ARÉVALO, que recoge expresiones de amor y de amistad, al lado de los recuerdos imperecederos que dejó entre quienes tuvimos la fortuna de conocerlo. Que conozcan las generaciones futuras, a través de estas páginas, que hubo un hombre en La Playa de Belén, que lo dio todo por su pueblo y que puso muy en alto nuestro nombre, nuestra bandera y nuestras ilusiones.
Obra que se hace posible gracias al liderazgo del Pariente Luís Mariano Claro Torrado, quien conformó el grupo de trabajo "Tras las Huellas" y coordinó todos los aspectos relacionados con la edición y publicación con la asesoria editorial del amigo escritor Gustavo Gómez Ardila.
El evento de presentación del libro contó con la participación en la mesa principal del Sr. Ider Álvarez- Alcalde Municipal de La Playa de Belén, los sacerdotes Walfran Ramírez - Párroco y Jesús Aníbal Pérez Sánchez, el Sr. Presidente de la Academia de Historia de Ocaña Dr. Luis Eduardo Páez, la Sra. Josefina Arévalo Claro y la Sra. Luz Marina Claro Claro - Secretaria del Centro de Historia de La Playa de Belén. Virtualmente participaron con intervenciones el Dr. Carmelo Mendoza, el señor Jesús Alonso Velásquez Claro, la joven Silvia Fernanda Pérez Pérez, el Sr. Jairo Pérez Arévalo y el Sr. Luis Mariano Claro Torrado.
Así mismo, asistieron presencialmente familiares y amigos residentes en La Playa de Belén, Ocaña y de manera virtual más de 50 personas en diferentes ciudades del paìs.
La presentación y moderaciòn del evento fue realizada por la Profesional en Comunicaciòn Social y Periodismo Mery Lorena Tarazona Claro, la trasmisión virtual por el Sr. Eduardo Claro Jure y la velada engalanada con la música de nuestra Banda Patatoque. Agradecimientos a la Alcaldía Municipal y a los integrantes del Centro de Historia de La Playa de Belén por la organización del evento.
ORDEN DEL DÍA
1. Himno Nacional de la República de Colombia.
2. Himno del Municipio de La Playa de Belén.
3. Invocación a Dios por la vida y obra del Dr. Guido Antonio Pérez Arévalo a cargo del Reverendo Padre Jesús Aníbal Pérez Sánchez. 4. Palabras del señor Alcalde Ider Alvarez.
5. Saludo del Dr. Luis Eduardo Páez. Presidente de La Academia de Historia de Ocaña Norte de Santander.
6. Palabras de la señora Luz Marina Claro, actual secretaria del Centro de Historia de La Playa de Belén
7. Palabras de la señora Josefina Arévalo Claro, prima hermana de Guido Pérez Arévalo.
8. Palabras del abogado y Magistrado Carmelo Mendoza en representación del grupo “Tras las Huellas de Guido Antonio Pérez Arévalo”
9. Palabras del señor Jesús Alonso Velásquez Claro, exalumno del Colegio Fray José María Arévalo.
10. Interpretación musical a cargo del señor Jairo Pérez Arévalo, hermano de Guido Pérez Arévalo.
11. Palabras de la arquitecta Silvia Fernanda Pérez Pérez, hija de Guido Pérez Arévalo.
12. Palabras del economista y magíster Luis Mariano Claro Torrado, editor del libro Tras las Huellas de Guido Antonio Pérez Arévalo.
Interpretación del Porro de Los Estoraques a cargo de la Banda Municipal Patatoque.
REGISTRO FOTOGRÀFICO E INTERVENCIONES
El sacerdote Walfran Ramírez, la Sra. Josefina Arèvalo Claro, el Dr. Luìs Eduardo Pàez, el Sr. Ider Alvarez -Alcalde Municipal, el Sacerdote Jesùs Anìbal Pèrez Sànchez y la Sra. Luz Marina Claro Claro.
Participantes en el evento presencial Casa de la Cultura Jesùs Alonso Velàsquez Claro
Banda Municipal Patatoque
Padre Jesús Aníbal Pérez Sánchez
Dr. Luis Eduardo Páez. Presidente de La Academia de Historia de Ocaña Norte de Santander.
Señor Alcalde de la Playa de Belèn Ider Alvarez.
Es difícil describir el dolor de la familia de Guido Pérez Arévalo ante su partida. Sin embargo, sobreponiéndose a la tristeza, su hija la arquitecta Silvia Fernanda Pérez Pérez,se dirige a los asistentes con sentidas palabras de
HOMENAJE A MI QUERIDO PRIMO
GUIDO ANTONIO
Sra. Josefina Arèvalo ClaroBuenas noches.
Estar en este escenario con personas ilustres, me emociona, y es un honor y una responsabilidad representar a la familia Arévalo Claro en este solemne acto.
La familia es muy importante en la vida de cada individuo, son aquellas personas que poseen gran parentesco y similitudes en su genética, son seres muy cercanos y con quienes podemos contar en algunos momentos significativos que nos presenta la vida.
La Playa de Belén ha sido cuna de personajes muy distinguidos, exitosos, y La familia Arévalo Claro es parte de ese legado cultural en esta región, algunos en el olvido y otros que afortunadamente compartieron su vida, sus éxitos, su sensibilidad poética, su elocuencia, con la familia y la comunidad.
Nos sentimos orgullosos, pero no es el orgullo de vanidad, sino es el orgullo de pertenecer a una importante familia de personas nobles, sacerdotes, maestros, escritores, políticos comerciantes, hombres de bien dignos representantes de la región, y hoy nos reunimos en este pueblo encantador para exaltar a uno de ellos, nuestro querido Guido a quien siempre llevaré en el alma.
Guido Antonio, uno de los primos mayores, y como algunos dicen fue el consentido…se crio en la casa mayor, era el mimado de las tías, hijo de Luis Jesús y mi quería tía Silvia, vivió en muchas partes del territorio nacional, pero nunca olvido su cuna y mucho menos su pueblo natal, a quien apoyó incondicionalmente en todo, de acuerdo a sus posibilidades.
Para mi padre fue su sobrino predilecto de quien heredó su amor por las letras, fue nuestro hermano mayor, y para mí, más que eso, fue mi confidente, mi amigo, mi primo del alma con quien tuvimos mucho contacto hasta escasos 15 días de su partida. Quiero compartir unos versos de mi Padre, el poeta Emiro Antonio Arévalo Claro en su acróstico:
AMOR A MI FAMILIA
Aplaudo con ternura la nobleza de mi raza
Majestuosa, digna, santa de tipo patriarcal
Obsecuente a su casta con pulcritud enlaza
Recuerdos del presente con ayer clerical.
Amar nuestro apellido es auténtica grandeza
Más por ancestro que por insana petulancia
Imitamos a FRANCISCO por su gran nobleza
Frente a su JUANA de cándida prestancia.
Añoramos de TAVO su gran filosofía
Memoramos de COLO sus fúlgidos destellos;
Imploramos para SILVIA plegarias a porfía,
Las obras de CHICHE pertenecen a la historia
Imploramos para MISA mil recuerdos bellos;
A mis parientes idos, de mi alma la memoria.
SALUDO DEL SR. CARMELO MENDOZA
Familiares y amigos de Guido.
Hoy no deberíamos estar haciendo este homenaje póstumo sino celebrando 81 años de vida, pero las circunstancias del destino nos obligan a veces, a afrontar situaciones que van en contra de nuestra voluntad. Ese homenaje que Mariano Claro pensó desde hace muchos años hacerle en vida a nuestro amigo Guido, hubo necesidad por las circunstancias, de que se consolidará en las HUELLAS que él dejó a lo largo de su hermosa existencia en la idea del libro que hoy llega a las manos de todos los playeros y a los corazones de quienes lo conocimos.
Hay que agradecerle a Mariano por haber convocado en abril de este año a un grupo de amigos y familiares para que nos comprometiéramos a registrar a través de una crónica, los recuerdos o las anécdotas que teníamos de nuestro querido Guido. Y Mariano tuvo el buen tino de cohesionar este grupo con la ayuda de Álvaro Claro, Alonso Velázquez y Luz Marina Claro y se dejó orientar del buen Gustavo Gómez Ardila. Mariano quiso con el cincel propio de la amistad y con la esperanza de la gratitud, señalar el sendero que había recorrido Guido a lo largo de la historia.
Conocimos a través del libro, las expresiones de 25 amigos de Guido y de 5 de sus familiares. Todos de una profundidad humana absoluta, como lo era él, buscando siempre recordar al paisano, al hermano, al amigo, al playero más playero que ha tenido La Playa de Belén. Y en ese trajinar tuvimos la oportunidad de saborear la anécdota del Dr. Luis Vicente Serrano. Cuando leía la historia que él contaba de aquella viejecita de la tienda que decía haber mantenido tertulias con los marcianos, idealizaba la metáfora de que Luis Vicente y Guido se veían como Don Quijote y Sancho Panza por el idealismo y el pragmatismo que los acompañaba cuando andaban juntos, y he podido entonces entender por qué Mariano quiso que se hiciera esta convocatoria.
Desde aquí tengo que enviarle un saludo muy especial a Irma y decirle que esos 40 años de vida que ella compartió con Guido han tenido un gran resultado, las tres hijas. La mayor que desde los cielos le acompaña desde siempre, y Silvia y Catalina que han estado a su lado, quienes serán el ejemplo de vida de la enseñanza del padre, y el ejemplo de la madre. Irma, sé que ahora está en Bogotá, pero muy pronto usted volverá a Cúcuta y podrá entonces mirar el cielo estrellado y desde allá identificar la estrella que Guido le señalaba en las noches de profundo amor que contemplaban desde la azotea. Sé que Silvia está templando el espíritu como él se lo pidió y sé que Catalina va a ser tan grande como él, como ella se lo prometió, y entonces podrán las tres juntas mantener vivo el recuerdo del padre, y nosotros mantener viva la esperanza de encontrarnos pronto con el amigo.
A todos ustedes un abrazo de gratitud, pero a Karen Lorena hay que agradecerle de manera especial la forma como hizo la plumilla de Guido. Uno mira la carátula del libro y ve en el rostro de Guido un rictus, como si nos quisiera decir algo.
Pienso que la Administración Municipal y las fuerzas vivas de su pueblo, en especial el Centro de Historia, deberían unir esfuerzos y levantar en su momento un BUSTO en reconocimiento a la vida y obra de Guido, para lo cual pueden contar con nuestra colaboración y estoy seguro, con todo lo que esté al alcance de los integrantes del grupo “tras las huellas de GAPA”, para que su memoria esté por siempre en el recuerdo de los Playeros y nunca olvidemos su despedida:
Un día
yo volveré por donde vine
a terminar el ciclo de mi vida
y a devolverle al patio amado
mi cuerpo en cenizas convertido”
IN MEMORIAN
Poeta y escritor Jesùs Alonso Velàsquez Claro
Que el agradecimiento es la memoria del corazón, nos lo demuestra la presencia generosa de familiares y amigos, en este acontecimiento en el cual honramos la memoria de GUIDO ANTONIO PÉREZ ARÉVALO, el más amoroso y sensitivo de los playeros dispersos a lo largo y ancho de nuestra geografía. A él todo el respeto, todo el agradecimiento, todo aplauso por haber sido un verdadero embajador de nuestras costumbres y sobre todo, por haber sido motor y alma en la reconstrucción de nuestro tejido histórico. El futuro jamás nos absolvería si hoy, no se estuviese llevando a cabo este merecido reconocimiento a uno de los hijos más ilustres de La Playa de Belén.
Me han encargado la difícil misión de dirigir estas palabras a todos ustedes, en representación de los exalumnos del Colegio Fray José María Arévalo y por supuesto, de aquella amistad que por tantos años me permitió conocer de primera mano, las hondas calidades humanas y el altruismo sin límites de nuestro nunca bien llorado amigo.
Quisimos llevar a cabo esta celebración en vida, en su vida, tal como como lo asevera el pensamiento del poeta, sin embargo, la dama del rostro oculto, nos jugó una mala pasada y nos dejó con la nostalgia y la frustración de no haberlo visto sonreir, en un escenario donde sus paisanos, amigos y allegados le hubiésemos agradecido todo aquello que teníamos represado en nuestros corazones y que a él, en su sempiterna modestia, le habría parecido excesivo.
Nos toca entonces, post mortem, realizar este ejercicio de recordación, sobre todo para las nuevas generaciones que ignoran la magnitud y el alcance contributivo que representó y representa para las juventudes playeras, las gestión adelantada por Guido para lograr beneficios sociales para el progreso de su pueblo amado. Las administraciones municipales, y lo digo con toda la vehemencia necesaria, estuvieron y están en mora de plasmar en una placa o en un recordatorio físico, la gratitud para quien fuese el más grande y honesto de sus benefactores.
Una pequeña parte de esos buenos oficios, nos los recuerda Monseñor Elías Atehortúa Concha, inolvidable párroco para entonces, de nuestra Parroquia San José de La Playa de Belén y Rector al mismo tiempo de nuestra benemérita institución educativa, quien señala que fue el 22 de julio de 1980, cuando se obtienen los primeros resultados de aquel inolvidable encuentro en la ciudad de Cúcuta, entre el entusiasta sacerdote y el entonces funcionario benefactor, un mes antes. Ese día bajo la supervisión del Ministerio de Educación, el ICCE (Instituto Colombiano de Construcciones Escolares y el ICETEX, se firma el convenio para Quede pues iniciar la construcción de las aulas. Posteriormente, el 27 de septiembre, se procedería a la ceremonia de bendición de la primera piedra, ceremonia que por su simbolismo, llenaría de gozo los corazones de los presentes y de la anhelante juventud, ávida de conocimientos y sabiduría. Luego de su traslado a la Pastoral Diocesana, en la ciudad de Ocaña, a finales de 1981, cuenta Monseñor Elías que “Guido no paró en su tesonera y altruista labor de apoyar la educación de los jóvenes playeros. Su solidaridad transparente y limpia de todo interés personal con los más necesitados, lo convierten en mentor impactante e influyente motivador para el proyecto de vida de los jóvenes. Nuestro mecenas consiguió la dotación de los laboratorios de física y química para el colegio, requisito esencial e indispensable para la aprobación del bachillerato”.
“EDUCAR ES LIBERAR”, frase que identifica el pensamiento filosófico y educacional de Paulo Freire y que a mi me sirvió como guía para escribir el himno del colegio, sí que fue entendida en su profundidad, por nuestro dilecto amigo, pues una Juventud instruida y culta, jamás será víctima de la insensibilidad y por el contrario, será una juventud participativa y representativa del entorno al que pertenece. Entendió que ayudar a través de sus influencias, al progreso y mejoramiento de la educación, era mejorar el futuro de La Playa de Belén. Así que su paso por ICETEX, por la Secretaría de Hacienda Departamental, por IFINORTE y otras tantas posiciones a las que accedió gracias al fruto de sus talentos y virtudes, no fue tanto para satisfacer sus necesidades personales, como para demostrar que un corazón noble está por encima de la política, del reconocimiento público o del halago engañoso. Guido fue un trashumante de sueños, para quien el corazón y la mente estaban poseídos por un amor incondicional a su tierra y cualquier oportunidad que la vida le brindó para expresarlo, la aprovechó sin ocultar su complacencia y la alegría que siempre le produjo ayudar a sus semejantes.
Muy aparte de sus merecimientos como historiador, escritor, político y poeta, creo que el más grande legado que pudo habernos dejado como herencia Guido Pérez Arévalo, es la certeza de 49 generaciones “josemaristas”, que estarán en la obligación de investigar y adentrarse en la lectura de quien en vida propició los medios para que se educaran, sin la onerosa necesidad de salir de su patria chica. Coincido ahora con su pensamiento, expuesto en algunas de nuestras tantas charlas en las que consideraba que desde los centros escolares se debería trabajar de forma transversal el sentido de pertenencia al municipio fomentando la vida en el pueblo y su actividad como un privilegio. Él siempre pensó que el sentido de pertenencia a un lugar y experiencias vitales positivas, son aspectos que le acompañarán al estudiante a lo largo de su vida.
Queden pues, perpetuados en esta preciosa obra que hoy lanzamos, su memoria, sus logros, su historia y su mensaje, como un referente fidedigno de su fértil paso por el mundo.
Termino esta pequeña intervención, con un poema que escribí justo el día de su doloroso deceso.
¡DESOLADO!
Desolado me siento… desolado.
Se ha marchado mi amigo; se apagó en el delirio de un febrero gastado.
Al alba, con sus pasos y sin miedo al olvido, se fue volando Guido a otro mundo lejano.
Me he quedado pensando en la prosa y su ritmo y en el viejo molino que gime atribulado,
II
Las orquídeas brillando, sus colores exhiben; y entre aromas reciben su cuerpo ya cansado.
Una legión de pájaros vienen a despedirse, picoteando el alpiste servido en el pasado.
Lanzan trinos ufanos al pie de los aljibes, las mirlas que describen la partida de su amo
III
Resuena en mi letargo su voz al despedirse y aquel momento triste sin estrechar su mano.
Se fue suave, soñando que en medio de las crisis hay más mundos posibles y vueltas de verano.
La historia se ha quedado a punto de morirse colgada en el eclipse de un duermevela atávico.
IV
Yo que en medio del barro, estoico miro erguirse el dolor de sentirle ausente y solitario,
pido al cielo en su ocaso con su luz recibirle, mientras su alma sensible navega entre los astros.
¡Este verso que canto, que no alcancé a decirle,
es por su vida humilde que lamenta mi llanto!
JESÚS ALONSO VELÁSQUEZ CLARO (“nano”)
Girón, Febrero 8 de 2021
PRESENTACIÒN DEL LIBRO "TRAS LAS HUELLAS DE GUIDO ANTONIO PÈREZ AREVALO"
Sr. Luìs Mariano Claro Torrado
Se preguntarán Ustedes ¿Por qué un libro es el mejor homenaje para el Dr. Guido Antonio Pérez Arévalo? Al buscar el significado, encontré la siguiente definición del Maestro Jorge Luis Borges: “De los diversos instrumentos inventados por el hombre, el más asombroso es el libro; todos los demás son extensiones de su cuerpo. Sólo el libro es una extensión de la imaginación y la memoria”.
Buenas noches, saludo fraterno para Doña Irma Stella Pérez Armesto, Silvia Fernanda y Catalina. Doña Inés Fandiño, Guido Armando y Claudia Liliana. Hermanos Pérez Arévalo y familiares. Señor Ider Humberto Álvarez García, alcalde Municipal de La Playa de Belén. Reverendo Padre Walfran Ramírez López, Párroco de La Playa de Belén, Reverendo Padre Jesús Aníbal Pérez Arévalo. Compañeros del grupo “Tras las huellas”. Familiares y amigos que nos acompañan virtualmente.
Es un privilegio hoy 6 de noviembre día de su natalicio, honrar la memoria del Dr. Guido Antonio Pérez Arévalo, es un acto más que necesario, indispensable. Al presentar este libro, honramos aquí no solo al abogado, al escritor enamorado de su tierra natal, sino al maestro, al humanista, al historiador, pero sobre todo al hombre íntegro.
La idea de escribir el libro surgió días después de su triste partida, cuando decidí contactar al escritor y poeta Gustavo Gómez Ardila para invitarlo a participar en el homenaje póstumo y en la primera llamada hablamos como si ya nos conociéramos, fue entonces cuando comprendí que el pariente Guido, me había dejado a un amigo, un pariente más con quien podía contar como maestro de las letras. Fue él quien me dijo: “El mejor homenaje para mi hermano del alma es un libro escrito por sus familiares y amigos”. Gracias, muchas gracias, Gustavo por su amistad inquebrantable.
Del Pariente Guido, siempre admiré su sencillez, su emoción al contar los hallazgos históricos y esa persistencia al escudriñar los archivos antiguos en búsqueda del origen de quienes nos precedieron en el tiempo y “forjaron nuestra aldea soñada, detenida en estación de primavera”, tal como lo dice el poeta Guido Antonio. Esta aldea, convertida en La Playa de Belén, hoy se enorgullece de exaltar su memoria como hombre excepcional por sus invaluables aportes culturales e históricos. Los amigos esperamos que sus desvelos sirvan de inspiración para las nuevas generaciones.
En La Playa de Belén no hay una institución del orden cultural e histórico o centros educativos o espacios de recreación, que no muestren su huella indeleble. Su espíritu está inmerso en la Casa de la Cultura, la Biblioteca Pública y en la Banda Municipal “Patatoque” porque fue él quien inspiró y gestionó su creación. Además, fue el artífice de la construcción de la nueva planta física del Colegio Fray José María Arévalo, junto con el señor Rector de ese entonces, hoy Monseñor Elías Atehortúa Concha.
Pero sin duda alguna, por lo que estará para siempre en nuestra memoria, es por haber sido el mejor promotor de su amada Playa de Belén, a través de su página web, donde está su mayor legado como investigador de nuestros ancestros, maestro e historiador y un hombre con una gran vocación de servicio.
El libro “Tras las huellas de Guido Antonio Pérez Arévalo” es fruto del trabajo en equipo de unos amigos y familiares que exaltan su condición de maestro de las letras y de grandes valores. El libro fue estructurado en cuatro capítulos: El capítulo I, está dedicado a su vida y obra (Sus huellas, su producción histórica y literaria). En el capítulo II, se expresan los sentimientos de los frutos del amor en el camino. En el capítulo III, sus amigos, contamos las historias compartidas en el escenario de la vida, y en el capítulo IV se muestra una galería de imágenes de la vida pública, social y familiar.
En la edición de este emotivo libro, obtuve el apoyo incondicional del Doctor Gustavo Gómez Ardila, como asesor editorial y corrector de estilo. La talentosa Karen Lorena Arévalo Pérez, pintora playera, donó la plumilla que engalana la portada del libro y el pariente Álvaro Antonio Claro Claro, se dedicó a la ardua tarea de recopilar y seleccionar las imágenes más significativas de la vida pública, social y familiar. Además, las colaboraciones y acompañamiento de un grupo selecto de familiares y amigos, entre ellos: El Padre Fray Ismael Arévalo Claro O.P., —Su único tío sobreviviente— Monseñor Elías Atehortúa Concha, —Ex – Rector del Colegio Fray JMA— La Lic. Josefina Arévalo Claro, —La prima más cercana— El Ing. Uriel Arévalo Franco, —Primo y admirador de su estilo para narrar historias, —La Dra. Eufemia Cárdenas Luna, —Amiga y compañera de tertulias políticas— El Dr. Dagoberto Arévalo Silva, —Paisano y amigo— Don Tarcisio Claro Peñaranda, —Primo y amigo muy especial— El C.P. Álvaro Claro Claro, —Primo, considerado por él como su hermano y compañero de sus proyectos culturales— La Psicóloga Luz Marina Claro Claro, —Prima, cómplice en la búsqueda de rostros e imágenes— El Dr. Javier Claro Peñaranda y su señora Olimpia Sandoval, —Primo y amigos cercanos en su época de vida en Bogotá— El Zootecnista Mauricio Durán León, —Su amistad entrañable de tres años, tiene una connotación especial, la muerte no les permitió conocerse personalmente— El Ing. Isnardo Forgiony Noguera, —Primo y admirador de su vida y obra— El Dr. Gustavo Gómez Ardila – Amigo de tertulias y de las letras— El Dr. Jorge Jaramillo Solano, —Periodista y Empresario— El Dr. Carmelo Mendoza Lozano, —Actual Magistrado de la Comisión de Disciplina Judicial de Santander y amigo cercano— El Arq. Adip Núma Hernández— Hombre de letras, entrañable amigo de Guido— La Familia Ovallos Ascanio, —Amigos de siempre e incondicionales— El Dr. Luis Eduardo Páez García, —Amigo de las letras y actual Presidente de la Academia de Historia de Ocaña y miembro de la Academia de Historia de Colombia, Doña Lineth Pacheco Rueda, —Una joven con galas coloniales y amiga incondicional— Don Francisco José Pérez Arévalo, —Primo y compadre— El Dr. Luis Vicente Serrano Silva —Ex parlamentario de N.S., amigo leal y compañero en los avatares de la política— La C.S. Lorena Tarazona Claro, —Amiga y admiradora de sus aportes culturales— El Poeta Alonso Velásquez Claro, —Amigo cercano y quien lo considera como su Maestro— El Ingeniero Arístides Arévalo Franco, —Primo muy cercano a sus afectos— y finalmente, el Ingeniero Segundo Antonio González, —Amigo personal, empresario y benefactor de sus proyectos culturales—. Para todos ellos, mi gratitud y cariño por siempre.
Quizá todo su amor, entrega y dedicación al servicio de nuestro pueblo natal, no fue reconocido en vida, por razones inexplicables del quehacer político y como bien lo dice el maestro Gustavo Gómez Ardila en su artículo, “Si te hubieras despedido…” “… Creo que no hay en La Playa de Belén una placa, un ladrillo, un sitio, un muro, una piedra, un mármol, una pared que lleve tu nombre. ¡Y saber todo lo que hiciste por el pueblo!”. Ahora, solo están sus cenizas que, en hora buena, su adorada Irma y sus hijas cumplieron su deseo de volver al solar de sus ancestros.
Pariente Guido, nosotros tus amigos del alma, seguiremos tus huellas en el camino de la vida, preservando tu legado, tus valores de hombre excepcional, servidor ejemplar de tu amada Playa de Belén.
Pariente, hasta siempre y recuerda: “Yo también soy del paraje de llano alto donde crece y sueña La Playa de Belén”.
Que disfruten el libro. ¡Muchas gracias!
Es un privilegio hoy 6 de noviembre día de su natalicio, honrar la memoria del Dr. Guido Antonio Pérez Arévalo, es un acto más que necesario, indispensable. Al presentar este libro, honramos aquí no solo al abogado, al escritor enamorado de su tierra natal, sino al maestro, al humanista, al historiador, pero sobre todo al hombre íntegro.
La idea de escribir el libro surgió días después de su triste partida, cuando decidí contactar al escritor y poeta Gustavo Gómez Ardila para invitarlo a participar en el homenaje póstumo y en la primera llamada hablamos como si ya nos conociéramos, fue entonces cuando comprendí que el pariente Guido, me había dejado a un amigo, un pariente más con quien podía contar como maestro de las letras. Fue él quien me dijo: “El mejor homenaje para mi hermano del alma es un libro escrito por sus familiares y amigos”. Gracias, muchas gracias, Gustavo por su amistad inquebrantable.
Del Pariente Guido, siempre admiré su sencillez, su emoción al contar los hallazgos históricos y esa persistencia al escudriñar los archivos antiguos en búsqueda del origen de quienes nos precedieron en el tiempo y “forjaron nuestra aldea soñada, detenida en estación de primavera”, tal como lo dice el poeta Guido Antonio. Esta aldea, convertida en La Playa de Belén, hoy se enorgullece de exaltar su memoria como hombre excepcional por sus invaluables aportes culturales e históricos. Los amigos esperamos que sus desvelos sirvan de inspiración para las nuevas generaciones.
En La Playa de Belén no hay una institución del orden cultural e histórico o centros educativos o espacios de recreación, que no muestren su huella indeleble. Su espíritu está inmerso en la Casa de la Cultura, la Biblioteca Pública y en la Banda Municipal “Patatoque” porque fue él quien inspiró y gestionó su creación. Además, fue el artífice de la construcción de la nueva planta física del Colegio Fray José María Arévalo, junto con el señor Rector de ese entonces, hoy Monseñor Elías Atehortúa Concha.
Pero sin duda alguna, por lo que estará para siempre en nuestra memoria, es por haber sido el mejor promotor de su amada Playa de Belén, a través de su página web, donde está su mayor legado como investigador de nuestros ancestros, maestro e historiador y un hombre con una gran vocación de servicio.
El libro “Tras las huellas de Guido Antonio Pérez Arévalo” es fruto del trabajo en equipo de unos amigos y familiares que exaltan su condición de maestro de las letras y de grandes valores. El libro fue estructurado en cuatro capítulos: El capítulo I, está dedicado a su vida y obra (Sus huellas, su producción histórica y literaria). En el capítulo II, se expresan los sentimientos de los frutos del amor en el camino. En el capítulo III, sus amigos, contamos las historias compartidas en el escenario de la vida, y en el capítulo IV se muestra una galería de imágenes de la vida pública, social y familiar.
En la edición de este emotivo libro, obtuve el apoyo incondicional del Doctor Gustavo Gómez Ardila, como asesor editorial y corrector de estilo. La talentosa Karen Lorena Arévalo Pérez, pintora playera, donó la plumilla que engalana la portada del libro y el pariente Álvaro Antonio Claro Claro, se dedicó a la ardua tarea de recopilar y seleccionar las imágenes más significativas de la vida pública, social y familiar. Además, las colaboraciones y acompañamiento de un grupo selecto de familiares y amigos, entre ellos: El Padre Fray Ismael Arévalo Claro O.P., —Su único tío sobreviviente— Monseñor Elías Atehortúa Concha, —Ex – Rector del Colegio Fray JMA— La Lic. Josefina Arévalo Claro, —La prima más cercana— El Ing. Uriel Arévalo Franco, —Primo y admirador de su estilo para narrar historias, —La Dra. Eufemia Cárdenas Luna, —Amiga y compañera de tertulias políticas— El Dr. Dagoberto Arévalo Silva, —Paisano y amigo— Don Tarcisio Claro Peñaranda, —Primo y amigo muy especial— El C.P. Álvaro Claro Claro, —Primo, considerado por él como su hermano y compañero de sus proyectos culturales— La Psicóloga Luz Marina Claro Claro, —Prima, cómplice en la búsqueda de rostros e imágenes— El Dr. Javier Claro Peñaranda y su señora Olimpia Sandoval, —Primo y amigos cercanos en su época de vida en Bogotá— El Zootecnista Mauricio Durán León, —Su amistad entrañable de tres años, tiene una connotación especial, la muerte no les permitió conocerse personalmente— El Ing. Isnardo Forgiony Noguera, —Primo y admirador de su vida y obra— El Dr. Gustavo Gómez Ardila – Amigo de tertulias y de las letras— El Dr. Jorge Jaramillo Solano, —Periodista y Empresario— El Dr. Carmelo Mendoza Lozano, —Actual Magistrado de la Comisión de Disciplina Judicial de Santander y amigo cercano— El Arq. Adip Núma Hernández— Hombre de letras, entrañable amigo de Guido— La Familia Ovallos Ascanio, —Amigos de siempre e incondicionales— El Dr. Luis Eduardo Páez García, —Amigo de las letras y actual Presidente de la Academia de Historia de Ocaña y miembro de la Academia de Historia de Colombia, Doña Lineth Pacheco Rueda, —Una joven con galas coloniales y amiga incondicional— Don Francisco José Pérez Arévalo, —Primo y compadre— El Dr. Luis Vicente Serrano Silva —Ex parlamentario de N.S., amigo leal y compañero en los avatares de la política— La C.S. Lorena Tarazona Claro, —Amiga y admiradora de sus aportes culturales— El Poeta Alonso Velásquez Claro, —Amigo cercano y quien lo considera como su Maestro— El Ingeniero Arístides Arévalo Franco, —Primo muy cercano a sus afectos— y finalmente, el Ingeniero Segundo Antonio González, —Amigo personal, empresario y benefactor de sus proyectos culturales—. Para todos ellos, mi gratitud y cariño por siempre.
Quizá todo su amor, entrega y dedicación al servicio de nuestro pueblo natal, no fue reconocido en vida, por razones inexplicables del quehacer político y como bien lo dice el maestro Gustavo Gómez Ardila en su artículo, “Si te hubieras despedido…” “… Creo que no hay en La Playa de Belén una placa, un ladrillo, un sitio, un muro, una piedra, un mármol, una pared que lleve tu nombre. ¡Y saber todo lo que hiciste por el pueblo!”. Ahora, solo están sus cenizas que, en hora buena, su adorada Irma y sus hijas cumplieron su deseo de volver al solar de sus ancestros.
Pariente Guido, nosotros tus amigos del alma, seguiremos tus huellas en el camino de la vida, preservando tu legado, tus valores de hombre excepcional, servidor ejemplar de tu amada Playa de Belén.
Pariente, hasta siempre y recuerda: “Yo también soy del paraje de llano alto donde crece y sueña La Playa de Belén”.
Que disfruten el libro. ¡Muchas gracias!
Se hace menciòn especial y reconocimiento a la artista Playera Karèn Lorena Arèvalo Pèrez, quien elaborò la plumilla para la caràtula del libro.
Una de las facetas menos conocida de Guido Pérez es la de compositor. Su hermano Jairo Pérez Arévalo en homenaje interpreta la hermosa composición de la autoría del maestro Guido, titulada “Qué quieres que diga” con sabor a nostalgia.
Para cerrar el evento de lanzamiento del libro la Banda Municipal "Patatoque" interpreta el "Porro de los Estoraques" de Fray Campo Elìas Claro Carrascal
Fotografìas cortesìa de la Alcaldìa Municipal de La Playa de Belèn
Puedes pinchar o hacer click en la siguiente imagen, podràs ver y escuchar la voz del Dr. Guido Antonio Pèrez Arèvalo en algunas de sus expresiones poèticas.
